Uruguay se prepara para unas elecciones cruciales
El pequeño pero vibrante país sudamericano de Uruguay se alista para celebrar elecciones el próximo domingo, donde se elegirá a un nuevo presidente en un contexto donde se ha consolidado como un modelo de estabilidad política y crecimiento económico en la región de América Latina.
A pesar de que los 3,4 millones de uruguayos pueden tener diferencias en temas fundamentales, su civismo se destaca. La política en Uruguay se caracteriza por un enfoque en el debate de ideas, evitando en gran medida los ataques personales, lo que contrasta notablemente con las dinámicas que se observan en otros países, especialmente en Estados Unidos.
Una de las particularidades de este proceso electoral es que el actual presidente, Luis Lacalle Pou, de 51 años, no puede optar a un segundo mandato consecutivo debido a la limitación constitucional de mandatos. Esto añade un aire de incertidumbre a los comicios, donde el resultado será determinante para el futuro político del país.
El desenlace de estas elecciones no solo definirá quién ocupará la presidencia, sino que también determinará si la coalición conservadora en el poder podrá mantener su dominio, o si una alianza política de izquierda moderada, que durante su mandato anterior (2005-2020) legalizó la marihuana y fomentó la producción de energía verde, regresará al poder.
Una victoria de la oposición podría tener repercusiones significativas, como dejar en suspenso un posible acuerdo comercial con China. El candidato de la izquierda, Yamandú Orsi, ha expresado su preferencia por negociar con Pekín a través de Mercosur, una alianza de países sudamericanos, lo que podría cambiar la dinámica comercial de la región.