La biodiversidad en la Tierra, con su vasta gama de formas y variedades, se encuentra en el centro de un debate crítico. La gran interrogante que se presenta es hasta dónde estarán dispuestas las naciones a llegar para frenar el alarmante declive que se está produciendo. A partir del lunes, más de 175 países se congregarán en Cali, Colombia, para participar en lo que se anticipa como la conferencia más grande de las Naciones Unidas dedicada a la biodiversidad en la historia.
El desarrollo de las conversaciones en las próximas dos semanas será crucial, ya que ayudará a determinar el futuro del planeta, ya sea en un sentido positivo o negativo. Según un informe de un panel intergubernamental de científicos, la biodiversidad está disminuyendo a un ritmo sin precedentes en la historia de la humanidad. Este grupo de expertos estima que alrededor de un millón de especies se encuentran en peligro de extinción, y lo alarmante es que incluso muchas especies que solían ser comunes están experimentando un notable declive.
Por ejemplo, las poblaciones de aves en Estados Unidos y Canadá han disminuido casi un 30 por ciento desde 1970, con pérdidas significativas entre algunas de las especies más habituales. Las causas de este deterioro son variadas, pero el grupo de expertos señala que la principal razón detrás de la pérdida de biodiversidad terrestre radica en la destrucción de hábitats, especialmente cuando las tierras se convierten en áreas agrícolas. En el ámbito marino, la sobrepesca se erige como el principal culpable. Además, el cambio climático se está convirtiendo en un factor cada vez más determinante, y ambas crisis están interconectadas.
Los científicos advierten que estas drásticas pérdidas en la biodiversidad amenazan directamente el bienestar de la humanidad. Los bosques, que resuenan con el canto de los pájaros, no solo son un refugio para la fauna, sino que también almacenan el carbono que contribuye al calentamiento global, filtran el agua y generan lluvias. Asimismo, los ríos y océanos saludables están repletos de peces que son esenciales para la alimentación humana. Los insectos, por su parte, enriquecen el suelo y polinizan las plantas, mientras que las aves y los mamíferos juegan un papel vital al dispersar semillas. En última instancia, las plantas convierten la luz del sol en alimento, sustentando así a toda la cadena alimentaria.