La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, ha lanzado un contundente mensaje al presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, advirtiendo sobre la posible expulsión del ejército estadounidense de una base militar que fue establecida en el país centroamericano hace varias décadas. Esta declaración se produce en el contexto de la preocupación por las deportaciones masivas de inmigrantes indocumentados que Trump ha prometido implementar.

En un discurso que fue transmitido por radio y televisión el pasado miércoles, Castro se convirtió en la primera líder regional en expresar abiertamente su oposición a los planes de Trump, que podrían afectar a millones de ciudadanos latinoamericanos que residen en Estados Unidos. Su mensaje refleja la creciente tensión entre los países de la región y la nueva administración estadounidense.

“Ante una actitud hostil que busca la expulsión masiva de nuestros hermanos, tendríamos que evaluar un cambio en nuestras políticas de cooperación con Estados Unidos, especialmente en el ámbito militar”, declaró Castro en su discurso.

La presidenta hondureña subrayó el hecho de que “sin haber pagado un solo centavo, durante décadas han mantenido bases militares en nuestro territorio, las cuales, en este nuevo contexto, perderían toda justificación para existir en Honduras”, agregó con firmeza.

La situación es delicada y se prevé que los ministros de Asuntos Exteriores de la región se reúnan a finales de este mes para discutir la problemática de las deportaciones y sus implicaciones para los países centroamericanos. La postura de Castro podría marcar un punto de inflexión en las relaciones entre Honduras y Estados Unidos, así como un llamado a la unidad entre las naciones latinoamericanas frente a las políticas migratorias del nuevo gobierno estadounidense.